Arranca cuaresma

El miércoles de ceniza es el inicio del camino hacia la pascua, siendo este un tiempo oportuno para la conversión personal, dejándose transformar por el amor de Dios.
Ha comenzado un tiempo en el cual las personas acostumbran a comer mariscos los viernes, por respetar el ayuno que marca la religión católica, culminando con las vacaciones de Semana Santa en la cual cientos de personas se van de vacaciones a los diferentes balnearios.
Pero para la ideología católica  el miércoles de ceniza, es el inicio de esta celebración, motivo por la cual se realizaron cuatro misas a la que acudieron cientos de feligreses, a pesar de ser un día laboral, este es un buen momento para recapacitar y cambiar de forma de vida, declaró Alberto Rafael Gómez Sánchez.
Mencionó que esta fecha es el inicio del camino hacia la pascua,  siendo este un tiempo oportuno para la conversión personal, dejándose transformar por el amor de Dios, por lo cual la iglesia propone tres practicas cuaresmales que son el ayuno, la limosna y la oración.
“Estos son los medios eficaces para cambiar nuestra forma de vida, por lo que es importante que nos preparemos para dejarnos amar por Jesús”, añadió.
La limosna no es dar lo que sobra
Declaró que en este sentido la iglesia tiene el concepto de limosna que no es dar lo que nos sobra, sino mas bien compartir con el prójimo aquello que se tiene, viendo en el encarcelado, migrante, enfermo, necesitado la verdadera sensación de ayudar.
“Cuando ayudamos a estas personas necesitadas, estamos amando al señor realmente, pues estamos haciendo por el hermano lo que Jesús hizo por nosotros”, señaló.
Mencionó que el ayuno no es comer exclusivamente pescados y mariscos, pues se estaría en una contradicción de lo que es la abstinencia, debido a que estos productos se encuentran más caros, el ayuno es compartir con el prójimo aquello que nos gusta.
Ceniza signo externo de arrepentimiento
Sánchez Gómez mencionó que el antiguo testamento menciona que  los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
Puntualizó que en los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un “hábito penitencial”. Esto representaba su voluntad de convertirse.
La historia
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
“Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos del año anterior, esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada”, declaró.
Declaró que la imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo, nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba, en cambio todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad.
El miércoles de ceniza y el viernes santo son días de ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carne. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido y decirle que queremos cambiar de vida para agradarlo siempre.
Mencionó que el color morado  simboliza preparación espiritual y penitencia, se usa en Adviento y en Cuaresma, tiempos de preparación para la Navidad y la Pascua respectivamente, también se usa en la administración del sacramento de la penitencia y en general en todo tipo de actos penitenciales.
“Desde la reforma litúrgica se dispone su uso para los sufragios por los difuntos, según el calendario litúrgico tradicional también se usa en las temporadas de petición, cabe mencionar que tanto el Lunes, Martes y Miércoles Santo se usa el morado porque sigue siendo tiempo de Cuaresma”, aclaró.
Tiempo de confesarse
Declaró que este periodo es un buen momento para que las personas se acerquen a confesarse de todos los pecados que hayan cometido, por lo cual el obispo los ha autorizado para poder absolver a quienes hayan cometido el pecado del aborto y del secuestro.
“Qué bueno que existan personas que quieran arrepentirse de esos pecados tan terribles, por este motivo, el obispo nos ha conferido esta potestad que solo le compete a él o al vicario episcopal para que más personas se acerquen a este sacramento”, puntualizó.
Acerca del comentario en el cual muchos creyentes no católicos mencionan que no es necesario confesarse con otro ser humano pecador, declaró que esta es una disposición que realizan los sacerdotes como los nuevos apóstoles de Cristo, a quienes les dio potestad para perdonar pecados.
“El que nosotros podamos perdonar los pecados, no quiere decir que seamos mejor o peor que los demás, sino mas bien quiere decir que tenemos una mayor responsabilidad con la sociedad al ser lideres”, comentó.
“Cuando ayudamos a estas personas necesitadas, estamos amando al señor realmente, pues estamos haciendo por el hermano lo que Jesús hizo por nosotros”.
Alberto Rafael Gómez Sánchez
Párroco de la iglesia Santo Domingo de Guzmán