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No seas complice del acoso escolar

 No seas complice del acoso escolar

El acoso escolar en las diversas instituciones educativas, es un tema que han estado tratando los maestros, porque forma parte de los planes de estudio, lo que permite que haya un control y un manejo por parte de los docentes, en caso de que suceda alguna situación de esta índole, informó Delegado Regional de Educación Sabas Lara Moreno.

Lara Moreno resaltó el trabajo que vienen realizando los maestros en las aulas, para evitar que se susciten casos de bullying entre la población estudiantil, tema en el que se ha avanzado bastante.

En el tiempo que duró la pandemia, al no haber mucha actividad de manera presencial, no se reportaron casos de acoso escolar. Inclusive en lo que va del inicio de este ciclo que comenzó el 29 de agosto, no se cuenta con ningún reporte de este tipo de violencia. Aunque dijo que pudiera haber casos aislados, pero hasta el momento la delegación no cuenta con ningún reporte generalizado.

En caso que existiera algún acoso escolar, los maestros tendrían la responsabilidad de atender la situación de inmediato, pues existe un proceso de formación bastante amplia, sobre todo, el conocimiento de cómo sobrellevar estos casos y mantener el control del problema.

Dijo que, en ciclo anteriores, este problema se veía a partir de cuarto, quinto y sexto grado, etapa en el que los niños comienzan a descargar sus emociones.

Al formar este tema, parte de la curricula educativa, maestros y directores han impuestos ciertas reglas, aunque muchas veces, estas sean mal vistas por algunos padres de familias, sin embargo, estas reglas ayudan en la disciplina de los niños, señaló el delegado de educación.

Mencionó que algunos casos de bullying, se han dado en los últimos años de primaria; sin embargo, esta acrecienta en el nivel secundaria. Etapa en donde el niño empieza a querer manejar su propia autonomía, comienza a revelarse, a ser más liberal es sus acciones; y, por ende, empiezan a darse más estos tipos de actos, que se extiende hasta los primeros años de bachillerato.

Dijo que casos graves de acoso escolar no se han reportado, como en ciclo pasados, en donde algunos casos fueron llevados hasta la Comisión de Derechos Humanos.

“Actualmente, tenemos dos años que no hemos observado nada de esto, esperemos que este año, todo ese tiempo que estuvieron encerrado los niños, los jóvenes, no generen un desahogo de esas emociones”.

Sin embargo, en las secundarias y bachilleratos, existe el área de prefectura. Departamento que mantiene el control disciplinario; al igual que en las primarias, los maestros y los directores, juegan un papel importe para que no se comentan actos de indisciplinas.

El bullying inicia desde lo verbal, hasta la agresión: golpes jaloneos entre otros actos en donde se pone en riesgo la vida de quien sufre este acto. Resaltó que, en años anteriores, se tenían reportes de agresiones hasta con piedras. Desde luego, estos actos generan sanciones que va desde la suspensión temporal, hasta la suspensión definitiva del estudiante, según la gravedad del caso, en el que se vio envuelto el niño.

A todo esto, dijo que en esta educación integral no solo debe de intervenir el maestro, sino el alumno y los padres de familias; aunque los primeros tienen la responsabilidad de que se respeten las reglas dentro de una institución; y en ese sentido, exhortó a los docentes que no se les olvide el por qué están en las aulas. Añadió que la principal responsabilidad de los docentes, es la educación de los niños.

El bullying se aprende desde temprana edad

El bullying o acoso no solo se da en las instituciones educativas, es un tipo de violencia que se va aprendiendo desde temprana edad y que se refleja en el hogar como en las escuelas, advirtió el psicólogo Kevin Aguilar Peralta.

De acuerdo con estudios de especialista en la materia, hay un momento en la vida del infante que aprende mediante la observación; desde los primeros años de vida, hasta los siete años aproximadamente. Ese aprendizaje bien puede ser positivo o negativo. Sí en casa hay violencia, el niño empieza adoptar estos tipos de comportamientos agresivos.

Estos comportamientos repercuten en la vida de los niños, y de cierta manera, se va reflejando en la vida diaria del menor, que empieza a sufrir impactos negativos en su aprendizaje, en lo social, debido a que adoptan comportamientos inadecuados en cualquier lugar.

La primera información que el niño recibe a temprana edad viene del hogar, sobre todo, de las personas que lo rodean. Si al niño se le empieza a decir palabras negativas como: “no puedes, eres feo, eres gordo, no sabes”; estas palabras afectarán al menor a largo plazo. Éste al escuchar las palabras negativas de forma repetitivas, se las cree y se vuelve vulnerable y esto afecta en su vida adulta.

“Es un tema preocupante, un tema polémico. Pero si hay algo importante que tengo que decir: que nosotros; con la persona que más hablamos durante un día, es con nosotros mismos”.

Sin embargo, lo que una persona se dice durante el día puede repercutir para bien o para mal.

Y en ese sentido dijo, que una de las preguntas importantes es ¿qué nos decimos a nosotros mismo?

“Nosotros podemos ser nuestros mejores amigos, pero también nosotros podemos ser nuestro propio enemigo” resaltó el psicólogo.

Compartió una buena estrategia para las personas que sufren bullying, y es comportarse como si la ofensa no se entendió, hasta que el que la está diciendo se dé cuenta que solo estabas jugando con él, y de esta forma, dejará de decir esa palabra despectiva.

Testimonio de una Madre por acoso escolar:

No existen palabras para describir la angustia que siente una madre al escuchar a su hijo decir que ya no puede más, que ya no quiere ir a esa escuela, que los niños lo molestan; con esa carita llena de tristeza y desanimo.

El mundo se pone de cabeza, solo de pensar lo que el niño ha tenido que aguantar, y que tan grave puede ser como para que sienta que ya no puede más.

Mi hijo fue víctima de acoso en la escuela, no sé por cuanto tiempo, hasta que tuvo el valor de expresarlo y pedir ayuda a sus padres; fue entonces que entendimos por que en algunas ocasiones lo veíamos triste, o muy callado, otras veces solo se encerraba en su cuarto y decía que tenía mucha tarea.

– El mal trato, el acoso por parte de un “compañero” de escuela, poco a poco le fue afectando psicológicamente, le afectó su autoestima, el no poder convivir sanamente con sus compañeros de clases, el sentir que tenía un verdugo condicionando la actitud de los otros niños hacia él; el sentirse sujeto a difamación, y no sé cuántas cosas más pudieron haber pasado. (insultos, burlas). –

Desgraciadamente existen personitas que desde pequeños ya son capaces de sentir odio, son capaces de ejercer mal trato, burlas, rechazo, capaces de hacer que los demás niños excluyan a sus compañeros. ¿Y con qué derecho?

¡Y es que, ningún niño tiene por qué sentir a tan corta edad que ya no puede más!
Nos tocó a sus padres reparar el daño que otras personas hicieron, nos tocó a nosotros como familia sanar los sentimientos y el corazón de nuestro hijo. Cambiarlo de escuela no es suficiente.

¡Ojalá ningún niño tenga que sufrir acoso en la escuela!

Redaccion Diario de Palenque

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