Cancel Preloader

Bosques urbanos una necesidad para las ciudades

 Bosques urbanos una necesidad para las ciudades

AGENCIA:
MÉXICO

La mayor parte de la población habita en las ciudades. Sin embargo, nuestra especie encuentra felicidad, bienestar y descanso en la naturaleza. Para aliviar esa necesidad, cada vez son mejor valorados los parques y jardines urbanos, entre los que destaca el bosque urbano, por mantener una apariencia lo más silvestre posible.
La diferencia entre un bosque urbano y cualquier otro tipo de parque radica, principalmente, en una mayor densidad de árboles, una mayor riqueza de especies y una mayor extensión.
A diferencia de los parques urbanos convencionales, más orientados a actividades recreativas con áreas abiertas y menos vegetación, los bosques urbanos se caracterizan por su riqueza en flora y fauna, proporcionando un espacio que imita más de cerca un ambiente forestal natural dentro de un entorno urbano.
Los bosques urbanos juegan un papel fundamental en la regulación del clima local mediante la reducción del efecto isla de calor urbano, gracias a la transpiración y la sombra que proporciona la vegetación. Como la extensión y la densidad de árboles son mayor a la de un parque convencional, los bosques urbanos se convierten en auténticos refugios climáticos, áreas por donde pasear es relajante y placentero incluso en días extremadamente calurosos.
Desde el punto de vista de la contaminación, la densa vegetación de los bosques urbanos filtra las partículas contaminantes y retiene el dióxido de nitrógeno, mejorando significativamente la calidad del aire. El follaje actúa como una barrera para la contaminación acústica propia de la ciudad. Basta con adentrarse unos metros en el bosque urbano para que las ramas mecidas por el viento, el trino de las aves y las corrientes de agua se conviertan en el ambiente sonoro dominante y olvidarse del ruido del tráfico.
Los bosques urbanos, gracias a los diversos niveles de cobertura vegetal —herbáceas, arbustos y árboles de distintos tamaños—, contribuyen a la regulación del ciclo del agua. Reducen la escorrentía superficial, favorecen la retención del agua en el suelo. Y también proporcionan un hábitat excelente para distintas especies de aves, reptiles y mamíferos; con ello, contribuyen a la conservación de la biodiversidad y favorecen que las ciudades se conviertan en un refugio apropiado de fauna.
Cualquiera que pasea por un bosque urbano sabe que no es lo mismo que hacerlo por un jardín cualquiera. Entre sus paseos y caminos se percibe la naturaleza de un modo que un parque convencional, con el césped bien cortado, setos bien ordenados y árboles dispersos no logra transmitir. La experiencia inmersiva en un bosque urbano va más allá del disfrute visual.
Los bosques urbanos facilitan un contacto más profundo y directo con la naturaleza, algo especialmente valioso en el contexto urbano donde el espacio verde es limitado. Esta conexión con la naturaleza no solo mejora el bienestar mental y reduce el estrés, además fomenta una apreciación cultural por el medio natural que puede traducirse en comportamientos más sostenibles y un mayor interés por la conservación de espacios verdes.
Además, los bosques urbanos actúan como espacios comunitarios que promueven la cohesión social al reunir a personas de diferentes edades, culturas y orígenes. Son escenario de actividades culturales, educativas y de ocio, desde festivales hasta programas de educación ambiental, ofreciendo a los ciudadanos oportunidades únicas de aprendizaje y recreación en un entorno prácticamente natural, pero cerca de su casa.
La biodiversidad que albergan estos bosques enriquece la experiencia urbana, aparte de hábitat para la fauna local, ofrece también una oportunidad a los residentes urbanos de experimentar y aprender sobre diversidad de especies, de donde surjan iniciativas encaminadas a la participación en iniciativas de conservación.

Notas Relacionadas