ALGO MÁS QUE PALABRAS

 ALGO MÁS QUE PALABRAS

Víctor CORCOBA HERRERO/ Escritor

 

La necesidad de una gobernabilidad global está ahí, esperando la conjunción de todos, tanto afectivamente como efectivamente, para ser capaces de entendernos y atendernos mutuamente; lo que requiere crear los consensos oportunos y tomar las decisiones políticas precisas, sobre todo en cuanto a las necesidades reales de la gente en materia de salud y educación. Será bueno, por consiguiente, salir de uno mismo. Tenemos que vencer el encerramiento individualista, hacer familia para sentirnos vinculados; y, así, poder vivir para los demás. Hoy más que nunca requerimos de una sensibilidad renovada, que ha de traducirse en ternura y en espíritu generoso, para superar la multitud de signos que nos dejan sin expectativa alguna.

 

Nuestra gran asignatura pendiente es retomar la ilusión, no suicidarse en camino, atmósfera que no respeta edades, siendo la segunda causa de defunción entre los jóvenes de 15 a 29 años. En efecto, tenemos que aprender a observarnos, a percibir que donde una puerta se cierra, otra se abre. Es cuestión de no desfallecer jamás. Evidentemente, el momento no ayuda. La sociedad mundial oscurece los verdaderos valores y parece tener en tan poca estima la existencia, que a diario multitud de ciudadanos lo intentan o se quitan la vida. Indudablemente, esto es un grave problema de salud pública que se debe abordar de inmediato a nivel global, ahondando en los grupos de riesgo, previniéndolo desde todos los sectores sociales, sin estigmatización y tabús.

 

La humanidad realmente se encuentra perdida, desorientada y adormecida. Hemos de despertar, nunca será tarde para buscar un orbe más armónico, si en el afán ponemos coraje y convicción. Es cierto que el vacío dejado por las corrientes últimas nos ha enfermado mentalmente, hasta el extremo que lo ocupa una razón desencantada, que no se atreve a mirar a la verdad de frente, que se contenta con soluciones parciales a problemas que son comunes. Desde luego, precisamos de otros cultos más poéticos que poderosos, del cultivo de otra cultura más ética que responda a las expectativas místicas del ser humano. Los centros de enseñanza, como lugares privilegiados de creación de cultura y de forja de voluntades, a mi juicio tienen una importancia vital en esta época, verdaderamente inhumana.

Redaccion Diario de Palenque