El Cacomixtle un regenerador de ecosistemas

 El Cacomixtle un regenerador de ecosistemas

AGENCIA:

MÉXICO

 

No se trata de un gato, tampoco de un mapache (otro conocido “ladronzuelo” de la comida que sobra en las viviendas de áreas urbanas). Mucho menos es un tlacuache, animal con el que es constantemente confundido, a pesar de que no tengan tanto en común (este es el único marsupial mexicano). Es, sencillamente, un cacomixtle. Tlacomiztli es su nombre original en náhuatl, que significa “mitad felino”; la denominación actual es sencillamente la castellanización de aquel vocablo. Algunas fuentes sostienen que, a pesar de que este animalito fuera ampliamente conocido desde los tiempos prehispánicos, fue el ornitólogo, científico y experto en ciencias naturales, el estadounidense Elliot Coues el primero en describirlo taxonómicamente en el año de 1887.

En términos generales, es pequeño (mide entre 30 y 50 centímetros, más la larga y característica cola anillada que lo distingue y que puede alcanzar las mismas dimensiones que su cuerpo). Tiene ojos grandes y algunos rasgos que se asemejan al zorro. Pero, como bien lo dice su nombre, no es muy distinto a un gato. Además, cuenta también con grandes orejas y un increíble olfato que le permite identificar potenciales restos de comida a kilómetros, como en botes de basura, restos de comida de otras mascotas, etcétera. Ahora bien, acerca de su conducta, es prácticamente imposible verlos de día, ya que su franja horaria de mayor actividad es la nocturna. Los cacomixtles se alimentan principalmente de insectos como mosquitos y escarabajos, así como de pequeños reptiles, y frutos silvestres.

La principal característica al respecto es que en su estómago las múltiples semillas que ingiere a lo largo del día, no se destruyen y estas quedan siempre en sus heces (generalmente depositadas en zonas aisladas en el bosque). Y gracias a esto, como el mismo documento lo explica, “además tiene el cuidado de depositarlas en montículos para que por efecto de la lluvia y el viento se ‘siembren’ en bancos de arena y eso hace que se regenere la vegetación”. Ahora bien, ¿cuáles son los frutos que más le gustan? Ya sabemos que él come de todo, pero en los bosques del centro de México, él se deleita con la tuna, el sabino, los tomatillos, el tlaxistle y el reventón.

Redaccion Diario de Palenque