Chiapas | 4 nov 2024
CHIAPAS
Tradición ponen en riesgo el ecosistema
La recolección masiva de bromelias, palmas, orquídeas y cícadas para las festividades navideñas afecta gravemente el ecosistema
Por: SHD
AGENCIA:
SAN CRISTÓBAL
Cada año en Chiapas, cerca de 150 mil bromelias son recolectadas para prácticas ceremoniales, en una tradición que involucra tanto a grupos indígenas y mestizos como a iglesias locales e internacionales. Este fenómeno cultural, que incluye especies de bromelias, palmas, orquídeas y cícadas, tiene una importancia histórica y religiosa en festividades como la del "Niño Florero," que mezcla rituales indígenas y católicos en una celebración profundamente arraigada en la región.
La tradición del Niño Florero gira en torno a la recolección de la "flor del niño" o Tillandsia guatemalensis, conocida localmente como niluyarilo o pata de gallo. Este evento marca el inicio de las festividades navideñas, cuando los floreros, o personas encargadas de recolectar estas bromelias, las llevan al templo de Santo Domingo de Guzmán para formar el nacimiento del Niño Jesús. Sin embargo, la recolección masiva de esta especie milenaria en los bosques de Los Altos de Chiapas está poniendo en riesgo el ecosistema de la región.
El biólogo Héctor Gómez Domínguez, de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), ha destacado la función crítica de las bromelias como “tanques de agua” en los ecosistemas de los bosques tropicales. Estas plantas almacenan agua de lluvia en sus hojas, lo que permite que diversas especies animales, desde salamandras hasta pequeños invertebrados, encuentren refugio y agua, especialmente durante las temporadas de sequía.
La recolección desmedida de estas bromelias está dañando gravemente el hábitat de múltiples organismos que dependen de ellas. “Estas plantas no solo almacenan agua, sino también nutrientes y materia orgánica, que ayudan a sustentar una variedad de especies,” explica Gómez. La probabilidad de que una semilla de bromelia logre desarrollarse y llegar a la adultez es de apenas 1.5 en 100, lo cual agrava el problema de su recolección masiva.