Noticias | 12 nov 2024
COLUMNA
ALGO MÁS QUE PALABRAS
La de indiferencia hacia nuestro semeJante, con lo que este ambiente sobrelleva de inhumanidad y de riesgo permanente de deshumanizarnos
Por: SHD
Víctor CORCOBA HERRERO/ Escritor
El mayor retroceso como especie pensante, radica en empedrar el corazón de indiferencia hacia el análogo, con lo que este ambiente sobrelleva de inhumanidad y de riesgo permanente de deshumanizarnos. Por si fuera poca la desolación, estamos viviendo fenómenos climáticos intensos, contiendas permanentes; hasta el extremo de reconocer, que la violencia no cesa por doquier lugar del mundo. Ojalá se nos ilumine la mente y el corazón a todos, suscitando sentimientos de fraternidad, solidaridad y acogida. Es nuestra gran asignatura pendiente, aminorar la furia de esta fuerte marea que nos tritura el alma, cuando sabemos que el futuro se cimienta pulso a pulso, con el cuidado mutuo entre generaciones y el intercambio de experiencias. ¡Protejámonos como humanidad!; es nuestro primer deber.
Si toda arma de destrucción de masas es indigna de la humanidad, esclarezcamos esos abusos ocultos y hagamos justicia, no permitamos que el terror nos contamine la conciencia, hundiéndonos en conductas de riesgo. Hoy más que nunca precisamos de otras capacidades públicas, que graviten alrededor de la vida y no de la muerte, de la concordia en suma. El poder por el poder nos está dejando sin entrañas. La política ya no es tampoco una poética de anhelos. Quizás precisemos hacer un alto en el camino, al menos para cambiar de ruta y lograr oírnos todos, a través de un espíritu democrático global, si en verdad queremos que la humanidad persista y renazca, sin estos huracanes que todo lo corrompen de odios y venganzas. ¡Activemos el perdón!; además jamás vaciles en tender la mano, ni tampoco titubees en aceptar el abrazo que el semejante te tiende.
Pensemos en aquellos que nos darán continuidad al linaje. La inhumanidad contra ellos es manifiesta. He aquí sólo algunas muestras, de recientes estadísticas globales: Más de la mitad de los niños de dos a 17 años -en total, más de mil millones- sufren alguna forma de violencia cada año. Alrededor de tres de cada cinco niños reciben castigos físicos de manera regular en su hogar. Una de cada cinco niñas y uno de cada siete niños son víctimas de violencia sexual. Entre el 25% y el 50% de los niños han experimentado acoso escolar. La principal causa de muerte entre los varones adolescentes es la violencia, a menudo con armas de fuego o de otro tipo. Al final, vamos acabar todos ciegos, por aquello del ojo por ojo. ¡Despertemos!; porque una sociedad que maltrata o aísla a sus jóvenes, corta sus amarras, disminuye sus fuerzas y está sentenciada a debilitarse.