Por: SHD

AGENCIA:

MÉXICO

Los cahítas, robustos y de estatura media, eran reconocidos por su piel cobriza y cabello oscuro, vistiendo prendas sencillas adaptadas al cálido clima de su región. Aunque formaban parte de Aridoamérica, compartían similitudes culturales con los pueblos mesoamericanos, desarrollando una agricultura que incluía maíz, frijol, calabaza y chile.

Su hogar se extendía desde el río Mocorito al sur hasta el río Yaqui al norte, entre la Sierra Madre Occidental y la costa del Pacífico. Aunque eran desconfiados y no formaban fuertes lazos, cada comunidad disfrutaba de autonomía en sus propias comarcas.

A pesar de tener una cultura menos desarrollada que sus vecinos del sur, los cahítas dejaron un legado significativo, documentado por misioneros jesuitas. La influencia de los nahuas se notaba en sus interacciones con otras tribus. En 1593, se hablaban diversas lenguas en la región: tres en el río Mocorito, seis en el Sinaloa, y más en los ríos Mayo, Fuerte y Yaqui. Con el tiempo, la lengua cahíta prevaleció desde el río Sinaloa hasta el Yaqui. ¡Un pueblo con una rica herencia que perdura en la historia!