

Por: AGENCIA / SHD
El frío, la lluvia, la humedad o la sequedad hacen acto de presencia de manera habitual en nuestro día a día. Estas características pueden debilitar la salud de nuestro organismo. Muchas personas sufren las consecuencias de ello en la piel; picores, irritaciones y deshidratación son algunos de los problemas más representativos de esta estación.
Nuestra barba también está expuesta a ellos. Por ello, aunque la recomendación de lavarla, recortarla e hidratarla es inerte a cualquier época del año, cuando las temperaturas descienden cobra mayor importancia, pues nos ayuda a evitar los problemas anteriormente comentados y a ofrecerle un cuidado óptimo, ajustado a nuestras necesidades.
-Lavar la barba en invierno
La higiene de nuestra barba es fundamental. Lavarla es uno de los cuidados básicos que necesitaremos darle de manera semanal, aumentando su frecuencia en función de la longitud y nuestro tipo de piel.
-Ofrecerle una mayor importancia a la hidratación
La hidratación de nuestra barba debe ser uno de los cuidados principales durante todo el año, independientemente de la estación en la que nos encontremos. Las elevadas temperaturas también pueden provocar deshidratación, aunque en invierno es cuando esta problemática se acentúa en mayor medida.
-Masajear la barba
Poca gente le realiza masajes a su barba; no obstante, supone una acción muy beneficiosa para mejorar la circulación sanguínea y aprovechar los nutrientes del aceite que hemos aplicado momentos antes del masaje.
-Aplicar bálsamo para protegerla
Si existe un paso exclusivo en la protección de nuestra barba en invierno, es este. Generalmente no suele realizarse, aunque resulta muy útil integrarlo en nuestra rutina de cuidado de la barba.
-Cubrir nuestra barba cuando haya hielo o nieve
Si vamos a salir y está lloviendo, granizando o nevando, podemos cubrir nuestra barba para evitar que estas partículas entren en contacto con ella. Para ello, podemos hacer uso de una bufanda o una braga de cuello.
-Usar humificador cuando estemos en casa
Los humificadores son muy recomendables en épocas de frío, pues aportan humedad a ambientes secos. Además, cuando estemos resfriados, notaremos una gran mejoría si dormimos con uno de estos aparatos en nuestra mesita de noche.