

Por: Agencias/AS
La situación en la República Democrática del Congo es extremadamente preocupante. El país está sumido en una compleja crisis humanitaria que dura décadas, con millones de personas afectadas por el conflicto, la hambruna y las enfermedades.
La violencia persistente por parte de grupos armados y las fuerzas de seguridad congoleñas ha provocado la muerte de miles de civiles, y ha desplazado a casi 7 millones de personas, la cifra más alta de África. La provincia de Ituri es una de las más afectadas, con más de 500.000 nuevas personas desplazadas en 2023.
Además, la crisis ha multiplicado por ocho el nivel de hambre, y se han perdido cosechas enteras, generando una grave escasez de alimentos. Millones de personas carecen de acceso a agua apta para el consumo y se ven obligadas a beber de fuentes que podrían estar contaminadas.
La situación también es grave en cuanto a la salud, con la reaparición del ébola en el país. Desde que se detectó el brote en agosto de 2018, el virus se ha propagado a 19 zonas sanitarias en dos provincias del este del país, y se han reportado más de 3.400 casos y más de 2.200 muertes.
En cuanto a los derechos humanos, la situación es igualmente preocupante. La violencia sexual y de género es muy extendida, y se han reportado más de 38.000 casos de violencia sexual en la provincia de Kivu Septentrional en el primer trimestre de 2023. Además, las autoridades congoleñas han restringido la libertad de expresión y de reunión, y han detenido a varios líderes de la oposición y activistas de derechos humanos.