

Por: FRANCISCA SÁNCHEZ GUTIÉRREZ
Influyendo directamente en la calidad de la enseñanza y el aprendizaje. En el contexto actual, donde la complejidad y la dinámica del entorno educativo demandan respuestas ágiles y efectivas, la capacidad de los líderes para implementar estrategias de planeación se vuelve cada vez más relevante.
Actualmente, se busca destacar que un liderazgo sólido y transformador no solo es un requisito de gestión, sino una herramienta esencial para garantizar el éxito y la sostenibilidad de las instituciones educativas en el siglo XXI.
Es necesario un liderazgo efectivo en las instituciones para obtener buenos resultados, puesto que marca una gran diferencia en el ambiente escolar, no solo para los docentes sino para todos los que contribuyen a que la educación se lleve a cabo, pero en muchas ocasiones existen limitantes que interfieren en que el liderazgo se realice de manera eficaz, tales como lo son, el individualismo, el autoritarismo, falta de preparación y la falta de alternativas para la solución de los problemas encaminados a un buen resultado.
Ejercer un liderazgo estratégico impacta de manera positiva, no solo en las escuelas sino en las diferentes organizaciones, esto demuestra la capacidad de un líder para influir en los miembros de la organización y guiarla hacia el logro de sus objetivos a largo plazo, formulando y comunicando una visión clara.
Existen diversos tipos de liderazgo, los cuales han ido evolucionando a lo largo del tiempo, sin embargo cada uno tuvo un momento de apogeo, entre ellos está el liderazgo transformacional que fomenta el cambio cultural, busca inspirar al colegiado docente y estudiantil para alcanzar el máximo potencial, en un ambiente favorable, motivador, participativo, innovador, la desventaja es que pueden hacerse dependiente del líder, esto generaría problemas si este se ausenta, sin embargo, considero que no siempre resulta así, va dependiendo de cada colegiado y la forma en que se van adaptando, a mi parecer es el que más resulta apropiado.
Considero que si las instituciones educativas ponen en práctica el liderazgo transformacional se promovería un ambiente de confianza y respeto, lo que facilitaría la comunicación y el trabajo en equipo entre docentes y estudiantes, esto contribuye en gran manera a la planeación estratégica porque podría resultar en una mayor innovación en las metodologías de enseñanza, ya que el personal se sentiría empoderado para explorar nuevas ideas. Además, el compromiso de los docentes y estudiantes hacia la misión educativa aumentaría, creando un sentido de pertenencia y responsabilidad. Finalmente, se observarían mejoras en el rendimiento académico y en el bienestar emocional de los estudiantes, lo que puede llevar a un clima escolar más positivo y participativo.
La visión compartida y el desarrollo profesional son las dos dimensiones del liderazgo, este último requiere que el personal esté en constante actualización para sostener la calidad educativa, de cierto modo, esto mejora las competencias del personal educativo, causando gran impacto