Por: AGENCIA / SHD

Antes de nada, has de saber que no hay nada de malo en usar un lubricante. Puedes usar uno porque sí, no es necesario sentir que lo necesitas. Sin embargo, tiene muchos beneficios y te ayudará a maximizar el placer y a conseguir orgasmos extraordinarios. Te contamos por qué.

Los lubricantes íntimos son productos diseñados para mejorar la lubricación en las relaciones sexuales, ya sea durante el coito o la masturbación. Estos productos pueden ser utilizados por personas de cualquier género para aumentar la comodidad y reducir la fricción en el área genital. No obstante, su uso es bastante común en mujeres.

Los lubricantes pueden ser útiles en diversas situaciones, como en casos de sequedad vaginal, para hacer que la experiencia sexual sea más placentera y cómoda, o para aumentar la sensación y facilitar la penetración. También pueden utilizarse con juguetes sexuales para reducir la irritación y mejorar la experiencia.

Como ya te advertíamos, los lubricantes pueden ser utilizados en multitud de ocasiones. Las más famosas son:

-Sequedad vaginal. Algunas mujeres pueden experimentar sequedad vaginal debido a factores hormonales, medicamentos, estrés, menopausia u otras condiciones médicas.

-Duración prolongada. Las relaciones sexuales prolongadas pueden llevar a una disminución natural de la lubricación vaginal, lo que puede hacer que la actividad sexual se vuelva incómoda.

-Preliminares. El uso de lubricante durante los juegos previos puede hacer que la estimulación sea más suave y placentera, facilitando el contacto íntimo y las caricias.

-Juguetes sexuales. Algunos juguetes sexuales pueden causar fricción o molestias, especialmente si no están diseñados con materiales que se deslizan fácilmente. El lubricante puede mejorar la experiencia y evitar irritaciones.

-Sexo anal. El ano no produce lubricación natural como la vagina, por lo que es especialmente importante utilizar un lubricante de alta calidad para reducir el riesgo de lesiones y mejorar la comodidad.