

Por: Agencia / YST
En un ambiente de profunda tristeza y respeto, el ataúd con el cuerpo del Papa Francisco fue trasladado esta mañana a la Basílica de San Pedro, en el Vaticano. La llegada del Sumo Pontífice, quien falleció el pasado lunes, fue acompañada por una gran multitud de fieles, clérigos y autoridades eclesiásticas, quienes rindieron su último tributo al líder de la Iglesia Católica.
El cortejo fúnebre comenzó a primeras horas de la mañana, cuando el ataúd fue retirado de la residencia papal y colocado en un vehículo especialmente preparado para su traslado. En un recorrido solemne, acompañado de cantos litúrgicos, el cuerpo del Papa Francisco recorrió las principales calles de la Ciudad del Vaticano, donde miles de personas esperaban para ofrecer su respeto y condolencias.
A su llegada a la Basílica de San Pedro, el ataúd fue recibido por el Cardenal Giovanni Battista Re y el Papa emérito Benedicto XVI, quienes encabezaron la ceremonia de bienvenida. En un acto cargado de simbolismo, el cuerpo del Papa Francisco fue colocado frente al altar mayor, rodeado de flores y velas, mientras se ofrecían oraciones en su honor.
Las campanas de la basílica repicaron en señal de lamento, mientras el Santo Padre, conocido por su cercanía con la gente y su amor por los más necesitados, era despedido con un respeto solemne. La Basílica de San Pedro se llenó de fieles de todas partes del mundo, quienes llegaron para rendir homenaje al hombre que dedicó su vida a la evangelización y a la promoción de la paz y la justicia social.
El Papa Francisco, quien lideró la Iglesia Católica desde 2013, fue recordado por su mensaje de esperanza, su incansable lucha por los derechos humanos y su compromiso con los más vulnerables. A lo largo de su pontificado, inspiró a millones de personas con sus actos de misericordia y su estilo pastoral cercano y humilde.
La llegada del cuerpo del Papa a la Basílica de San Pedro marca el inicio de los tributos en Roma, que culminarán en los próximos días con la misa de cuerpo presente y el funeral. Los organizadores han asegurado que los fieles podrán rendir homenaje al Papa Francisco de manera ordenada, siguiendo los protocolos establecidos para estos eventos solemnes.
Los líderes mundiales, jefes de Estado y figuras eclesiásticas también están convocados a participar en la ceremonia fúnebre, que se espera sea un evento de magnitud global. Mientras tanto, la comunidad católica mundial y los miles de romanos presentes en la Plaza de San Pedro siguen rezando por el eterno descanso de un Papa que marcó una era.