

Por: ALEJANDRO RAMOS MAGAÑA / SHD
Parece ser exagerado, pero no lo es; el contexto socioeconómico se quiebra inexorablemente, y el futuro puede ser devastador.
La sexta extinción masiva de las especies animales en la historia de la Tierra sigue avanzando en forma acelerada por la destrucción y el mal manejo, de los gobiernos, de las áreas naturales, así como por la huella de carbono de la humanidad.
Hay daños a los ecosistemas que son irreversibles a nivel global y regional. Existen gobiernos, como el mexicano, que solo mantienen como prioridad el discurso de defensa de la biodiversidad, pero en los hechos, solo buscan apuntalar su permanencia en el poder político a costa de permitir planes que dañan al ambiente como las refinerías, la quema de combustóleo para generar energía eléctrica, frenar la transición de las energías renovables, así como dejar sin recursos ni planes de manejo a parques nacionales o áreas naturales protegidas.
Los crecimientos industriales, urbanos y agrícolas continúan aceleradamente sin estar en ningún programa de planificación estatal, y menos en el Plan Nacional de Desarrollo 2025-2030 (plagado de buenas intenciones pero sin metas de evacuación. El del sexenio anterior solo era un plan político sin objetivos ni metas; en pocas palabras puro rollo).
EL GRAN IMPACTO GLOBAL
No hay duda, todos los ecosistemas en el planeta están impactados por la actividad humana, han sido sobreexplotados y destruidos al amparo de las omisiones de los gobiernos en turno. Todo se ha agravado en las últimas décadas por la excesiva e irracional quema de combustibles fósiles, lo cual intensifica el calentamiento global y con ello vienen otros impactos económicos y sociales como son las constantes migraciones masivas.
En 2021, la Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas, organismo intergubernamental que apoya la ONU, informó que están en peligro de extinción un millón de especies de flora y fauna, y en los últimos 20 años el fenómeno lleva una tendencia en ascenso sostenido. Sin duda, estamos ante un hecho sin precedentes en la historia de la humanidad.