

Por: Agencia / YST
Este miércoles 7 de mayo, un grupo de mujeres católicas llevó a cabo una manifestación simbólica en Roma para exigir una mayor inclusión de las mujeres en la Iglesia. La protesta se realizó mientras los cardenales se reunían en cónclave para elegir al nuevo Papa, tras el fallecimiento del pontífice Francisco.
Desde un parque con vista a la cúpula de la Basílica de San Pedro, las activistas encendieron bengalas rosadas, en un acto que denominaron “fumata rosa”, como contrapunto al tradicional humo blanco o negro que anuncia el resultado del cónclave. Con este gesto, quisieron visibilizar su reclamo por una participación equitativa en la vida eclesial, en especial en espacios de liderazgo y toma de decisiones.
Durante la acción, las manifestantes criticaron que, dentro del cónclave, “las únicas mujeres presentes son quienes sirven la comida o limpian los espacios”. Aunque reconocieron los avances impulsados por el papa Francisco en materia de inclusión femenina, afirmaron que aún queda un largo camino por recorrer.
“La desigualdad no solo es una injusticia, también es un pecado”, expresaron las organizadoras, quienes pertenecen a colectivos internacionales que desde hace años impulsan el acceso de las mujeres al sacerdocio y a otros roles dentro de la jerarquía eclesiástica.
El acto se realizó de forma pacífica y buscó enviar un mensaje claro: la Iglesia no puede seguir ignorando a la mitad de su feligresía. “Mientras todos esperan una fumata negra o blanca, nosotras lanzamos humo rosa con la esperanza de un futuro en el que las mujeres sean reconocidas como iguales”, concluyeron.