

Por: ALEJANDRO RAMOS MAGAÑA / SHD
Los extremos climáticos y los fenómenos de hundimientos del subsuelo (por la excesiva extracción de agua de los acuíferos), obligan a la Federación, así como a los gobiernos estatales y municipales a diseñar estrategias para evitar catástrofes hidráulicas.
El siguiente caso debe se debe analizar a fondo en todas las entidades de la República mexicana.
El sistema de drenaje de la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) cada vez enfrenta mayores dificultades para drenar el agua pluvial y las aguas residuales de las zonas urbanas, sobre todo si tomamos en cuenta los siguientes factores:
*En los últimos años los patrones de lluvia –entre mayo y octubre– son más intensas y de corta duración y esto origina inundaciones de consideración en las partes bajas de la zona urbana.
*El Túnel Emisor Central o Drenaje Profundo ((que este 9 de junio cumplió 50 años y aún no hay un diagnóstico oficial sobre su “salud”), en época de lluvias trabaja a una mayor presión por encima de su capacidad, lo que origina que se cierren las compuertas de las captaciones de los colectores de la red primaria de las colonias, y esto provoca inundaciones de consideración con aguas residuales y pluviales.
• Debido a los hundimientos diferenciales irreversibles de la Ciudad de México y Zona Metropolitana, por la sobreexplotación de los acuíferos, el agua residual y pluvial no se drena por gravedad, sino por bombeo, excepto en el Drenaje Profundo.
*Por las características del subsuelo de la metrópoli, los sismos originados en la región del Pacífico ejercen una fuerte presión sobre la red de tuberías y ocasionan fracturas constantes.
*Cada semana el personal de la Secretaría de Gestión Integral del Agua de la Ciudad de México extrae más de 1,200 toneladas de basura de la red de drenaje, lo que afecta la operación para drenar las aguas. Y hasta ahora esta dependencia solo cuenta con un buzo para aguas negras, quien lleva 42 años realizando esta labor (Julio César Cu Cámara), y no hay plan hasta ahora para ampliar este tipo de buzos.
*Las 17 presas que controla el gobierno de la CDMX, que se construyeron en las décadas de los 50 y 60 –y que son parte importante para captar el agua pluvial que escurre de las partes altas y evitar inundaciones mayores de aguas negras–, se han convertido en basureros, y se les llega a extraer alrededor de 900 toneladas de desechos cada semana.
*En el Estado de México, en temporada de lluvias, se llegan a extraer del sistema de drenaje casi 10 mil toneladas de basura.