Por: REDACCIÓN / YST

Con un lleno significativo en el Auditorio de Comitán, la puesta en escena Princesas Desesperadas conquistó al público con una propuesta teatral cargada de humor, sensibilidad y crítica a los estereotipos. El proyecto, desarrollado de manera independiente y sin fines de lucro, fue recibido con calidez por una audiencia comprometida con la cultura local.

La dirección escénica estuvo a cargo de Elvira Hernández, quien agradeció al público su asistencia y el respaldo a los proyectos teatrales autogestivos. “El teatro es un amante egoísta que nos atrapa en su magia”, expresó tras la función, subrayando el largo proceso de trabajo y pasión que permitió dar vida a esta obra.

El elenco, conformado por Karla Ruvalcaba, María Eugenia González, Berenice Velázquez, Val Martin Velasco y Pablo Padrón, ofreció una función que desbordó entrega y conexión con el público. La historia, que toma como punto de partida la figura de las princesas, va más allá del cuento tradicional para explorar los desafíos y contradicciones del camino hacia la realización personal.

La función también fue posible gracias al apoyo de instituciones como el Centro Cultural Rosario Castellanos, cuyo director, Lic. Hermilo Aranda, facilitó el espacio; así como del Museo de Arte Hermila Domínguez de Castellanos, bajo la dirección de la Lic. Aurora Argüello Gutiérrez. También colaboraron Laura Villatoro (Hotel Internacional), Guillermo Montalvo, el técnico Eduardo, Belén (del CCRC) y quienes apoyaron detrás de escena: Mauricio Castillo, Lizely Rivera y Ricardo Miguel Román Hernández.

Con un mensaje claro —“ser princesas está bien, pero lo mejor es el camino hacia nuestra realización”— Princesas Desesperadas se convirtió en un acto de resistencia y celebración del arte escénico en Chiapas.

🎭 ¡Que viva el teatro!