Por: Agustín Román Álvarez Bolívar/Yst

26 de abril 1922 Santo Domingo de Palenque (segunda parte).

En la fachada del templo hay relieves estucados de los cuales cuatro representan figuras de mujeres cargando cada quien un niño en sus brazos. Cuando uno va desde el Palacio hacia el sureste, pasando el arroyo Otolum, se llega primero al Templo del Sol. Este edificio es menos grande que el primer templo y sobre su techo hay una crestería de gran belleza arquitectónica. Esta crestería ha sido decorada con figuras pintadas, de las cuales todavía hay restos.

Dentro del templo se encuentra una especie de capilla, y en el muro trasero hay una lápida dividida en tres partes. En su centro se ve un escudo, que tiene grabada la cabeza majestuosa de un animal. Atrás del escudo hay dos flechas sobre una cruz. En ambos lados del escudo del sol hay un sacerdote, que tiene sus manos levantadas con una ofrenda, atrás de los sacerdotes están grabadas unas líneas glifos. Con el tiempo y las lluvias estos glifos están desapareciendo día tras día.

La entrada del templo del Sol está situada al sureste y en su lado derecho sobre una alta pirámide empinada, se levanta el Templo de la Cruz. El muro delantero está derrumbado pero todavía se conserva el cuarto posterior y en el techo se ve la crestería. En este templo anteriormente se encontraba una lápida de piedra caliza. Esta lápida está ahora en el museo nacional de México. Su pieza central representa una cruz, coronada por un pájaro, el quetzal. En ambos lados están los sacerdotes con ofrendas, rodeados por jeroglíficos. Justo frente a la entrada del Templo Sol, hay otro templo, el templo de la cruz Foliada (temple of the Foliated Cross). Tanto el muro delantero como la crestería han caído. Aún se conservan los tres cuartos de la galería posterior.

En el cuarto central también se encuentra una lápida adosada al muro, cuya figura central también es una cruz, coronada por un quetzal. Los brazos de la cruz forman fantásticas ramas o trazos de hojas. También aquí la cruz esta circundada  por sacerdotes y glifos. Estas dos lápidas con cruces han provocado muchas especulaciones extravagantes, sin embargo no tiene ninguna relación con la señal de la cruz de la religión cristiana. La cruz es un símbolo que ha existido mucho antes de Cristo. Más adentro del bosque, atrás del Templo de las Leyes, está situado otro pequeño templo, allí se encuentra un cuarto subterráneo, y el muro delantero del templo tiene una lápida caliza, cuyas figuras, hoy día, están totalmente borradas. El dibujo de Waldeck, anteriormente mencionado, es lo único que registra el grabado de la lápida en la actualidad.

El arroyo Otolum conduce hacia un acueducto, que corre por debajo de la esquina sureste del Palacio y llega hasta la esquina noreste del mismo edificio. La bóveda del acueducto está construida igual que las bóvedas de las galerías de los templos y del Palacio. Al norte del Palacio está situado un pequeño templo llamado El Palacio de Conde. Este  edificio no tiene decoración ni ornamentos.

Desde el rancho de R. cabalgamos atravesando el pueblo de Palenque, donde nos paramos para que los mozos comieran. Mire dos lápidas calizas que han traído de las ruinas hasta acá, donde las han puesto a ambos lados de la iglesia. Las figuras destacan con claridad en el bajo relieve de la caliza blanca, resaltando la profundidad de las figuras y los vestidos. El contorno de las figuras destaca sobre el fondo, esculpido a tres o cuatro milímetros en la piedra. La lapida que hay al lado izquierdo de la puerta de la iglesia representa una figura (sacerdote) de pie que esta de perfil, es un personaje erguido, orgulloso y decorado con pintura guerrera. La lapida del lado derecho  es tal vez la representación de una diosa, porque los rasgos de la cara están torcidos. Esta figura es visible por su lado izquierdo y con su mano izquierda sostiene un tubo en la boca y parece soplar fuego. Una lengua o llama frente a la boca de la figura indica que está hablando, ¿se puede tal vez interpretar que la llama son los sonidos de una boca? En ambos lados hay hileras de glifos. A las ocho y media partimos a salto de agua.