Por: AGENCIA / SHD
La Piedra de Moctezuma, también conocida como "Piedra de Tezcatlipoca" o "Piedra de Moctezuma", es una de las piezas más representativas de la civilización Mexica, cuya importancia trasciende en la historia de México-Tenochtitlán. Con un diámetro de 2.24 metros y una altura que varía entre los 68 y 76 centímetros, esta escultura circular presenta una serie de grabados que rememoran las hazañas bélicas de uno de los más poderosos gobernantes aztecas: Moctezuma Ilhuicamina.
En la piedra se observan 11 representaciones de las conquistas militares realizadas bajo su mandato, distribuidas en cuadrantes que se acompañan de símbolos calendáricos y religiosos, elementos fundamentales en la cosmovisión Mexica. Estos grabados no solo celebran la expansión territorial del Imperio Azteca, sino también sirven como testimonio de la destreza militar y la supremacía de los Mexicas en Mesoamérica.
Además de su función como monumento conmemorativo, la Piedra de Moctezuma podría haber tenido otra función significativa. Se cree que esta pieza monumental era utilizada en los combates gladiatorios, un tipo de enfrentamiento entre prisioneros de guerra y las tropas de élite Mexica. Estos combates eran un espectáculo brutal que simbolizaba el poder y el control sobre los pueblos conquistados, así como la supremacía del gobernante azteca.
La conexión con la figura de Tezcatlipoca, uno de los dioses más importantes del panteón Mexica, refuerza el carácter simbólico y religioso de la piedra, pues se creía que el dios estaba relacionado con la guerra, el poder y la victoria. Es probable que la Piedra de Moctezuma haya sido colocada en algún lugar ceremonial o en un templo dedicado a Tezcatlipoca, en la antigua Tenochtitlán, como parte de los rituales destinados a celebrar y perpetuar las victorias militares.
Hoy en día, la Piedra de Moctezuma continúa siendo un importante vestigio del Imperio Azteca, no solo como una pieza artística y arqueológica, sino como un símbolo del poder y la autoridad de uno de los más famosos emperadores de Mesoamérica. Su legado perdura, invitando a reflexionar sobre el impacto de la guerra, el culto a los dioses y la identidad de una de las civilizaciones más grandes de la historia.
Publicación de Sergio Arce para el Grupo de Arqueología Maya.