Por: AGENCIA / SHD
En Chiapas, colectivos ambientales y especialistas han encendido la alerta sobre la desaparición de árboles nativos que durante siglos han sido parte de la identidad cultural y ambiental del estado y que hoy enfrentan un desplazamiento acelerado por la introducción de especies exóticas en campañas de reforestación y proyectos urbanos.
Guillermo Sánchez Gómez, biólogo y fundador del colectivo ambiental Heliomaster, detalló que esta propuesta no solo tiene un objetivo ecológico, sino también cultural y social. “Estos proyectos de recuperación de especies vegetales de plantas nativas chiapanecas buscan darles el valor que merecen a través de varias estrategias, sobre todo en su producción e integración a espacios tanto urbanos como áreas verdes de todo el estado”, explicó.
Entre las especies más afectadas se encuentran el sabino del río Sabinal en Tuxtla, el árbol de morro en la región del Soconusco y el denominado flor de mayo en la depresión central; todas desplazadas por árboles introducidos como el flamboyán, el tulipán africano, el nim o la benjamina, cuya siembra masiva ha generado desequilibrios ecológicos, indicó el integrante de Heliomaster.
El especialista recordó que los árboles nativos no sólo cumplen funciones ambientales, sino que sostienen tradiciones locales. “El árbol de morro, por ejemplo, está ligado al pozol y a la música de los parachicos; del hormiguillo se obtiene la madera con la que se fabrica la marimba, y el nambo, que antes adornaba el parque central de Tuxtla Gutiérrez, hoy prácticamente ha desaparecido”.