Por: AGENCIA / SHD
Chiapas vivió entre 2021 y 2024 uno de los periodos más complejos en materia de seguridad de su historia reciente, marcado por un incremento en delitos de alto impacto como homicidios dolosos, secuestros y extorsiones. La situación fue agravada por la disputa territorial entre cárteles del narcotráfico, que buscaron controlar rutas estratégicas para el tráfico de drogas, armas y mercancía ilícita, particularmente en las regiones Sierra, Frontera, Costa, Frailesca y Soconusco.
Durante este periodo, comunidades enteras sufrieron desplazamientos forzados, bloqueos carreteros, y un aumento en el cobro de extorsiones a comerciantes, transportistas y ganaderos. El panorama de inseguridad generó un profundo impacto social y económico en varias zonas rurales del estado.
A casi diez meses del cambio de administración estatal, el panorama ha comenzado a mostrar signos de mejoría. Autoridades estatales, en coordinación con fuerzas federales, han intensificado operativos en las zonas más conflictivas, logrando la detención de más de cuatro mil personas vinculadas a actividades criminales, entre ellas más de 20 líderes del crimen organizado.
El titular del Instituto de Seguridad Pública del Estado, Óscar Alberto Aparicio Avendaño, informó que los operativos han permitido el aseguramiento de armamento, vehículos, drogas y grandes cantidades de dinero, afectando directamente la operatividad y financiamiento de los grupos criminales.
"Hemos tenido detenciones importantes del Cártel de Sinaloa, del Cártel Jalisco Nueva Generación y del Cártel Chiapas-Guatemala (CCyG). Muchos de los detenidos eran sicarios o narcomenudistas", explicó el funcionario.
El CCyG, surgido en 2021, se consolidó como una estructura que buscaba controlar la frontera con Guatemala y expandirse hacia el interior del estado. Aunque su liderazgo ha sido debilitado, Aparicio Avendaño reconoció que aún mantiene operaciones desde el lado guatemalteco, donde uno de sus principales líderes permanece prófugo.
Entre los principales objetivos neutralizados en los últimos meses, las autoridades han confirmado la captura o abatimiento de:
Bryan “N”, co-líder del CJNG en Chiapas.
Ataulfo “N” y Baldemar “N” (“Tío Balde”), líderes del CCyG.
Aler Baldomero, alias “El Chicharra”, cabecilla del grupo guatemalteco Los Huistas.
Segundo Cabrero “N”, alias “La Cabra”, operador en la Selva Lacandona.
Joaquín “N”, alias “El Chorizo”, líder del grupo armado Karma.
Manlio “N”, capturado junto con otros siete integrantes del Cártel de Sinaloa en San Cristóbal de Las Casas.
Estas acciones han desarticulado redes logísticas de tráfico de drogas y armas, debilitando la capacidad de operación y financiamiento de los cárteles en Chiapas.
Sin embargo, las secuelas de la violencia siguen latentes. Comunidades de municipios como Frontera Comalapa, Chicomuselo, Mazapa de Madero, La Concordia y Amatenango de la Frontera aún enfrentan procesos de recuperación social, tras años marcados por el miedo, la inseguridad y el abandono forzado de sus hogares.
Asimismo, el sector comercial y de transporte continúa resentido por los estragos de la extorsión y el cobro de piso, una práctica que durante años fue utilizada por los grupos criminales para financiar sus operaciones y controlar el movimiento en carreteras clave del estado.
Las autoridades estatales aseguran que la estrategia de seguridad continuará con firmeza y coordinación interinstitucional, con el objetivo de restablecer la paz, recuperar la confianza ciudadana y garantizar condiciones dignas de vida en todo el territorio chiapaneco.