Por: REDACCIÓN / SHD
La Alfarda Este del Templo XXI constituye una de las piezas más representativas de la colección permanente del Museo de Sitio de Palenque, tras haber sido descubierta en 1954 por los investigadores Alberto Ruz Lhuillier y César Saénz.
De acuerdo con la documentación de Ruz, la lápida fue hallada completa, aunque fragmentada en dos partes, y guarda gran similitud en actitud, vestimenta y detalles con los relieves localizados por Miguel Ángel Fernández en la Torre del Palacio.
La pieza muestra la figura de un cautivo que sostiene en la mano derecha una especie de banderilla o estandarte horadado, mientras que en la mano izquierda eleva un manojo o instrumento frente a su rostro. Sus brazos aparecen atados con cuerdas y, en uno de ellos, carga jirones de tela, elementos asociados en el arte maya con la representación de prisioneros.
En su indumentaria, destaca que las orejeras de jade fueron sustituidas por tiras de papel, y su cabello, recogido en una coleta, se sujeta burdamente con un hueso atravesado.
El valor artístico y simbólico de esta pieza radica en la narrativa visual de la cosmovisión maya, que documenta no solo aspectos ceremoniales, sino también la representación del poder y la guerra en el mundo prehispánico. Hoy, la Alfarda Este del Templo XXI continúa cautivando a visitantes e investigadores, consolidándose como un testimonio invaluable del legado cultural de Palenque.