Por: AGENCIA / SHD
Enclavada en la sierra norte de Puebla, La Poza Pata de Perro, ubicada en el municipio de Cuetzalan, es un conjunto de cinco pozas naturales de agua cristalina formadas por la erosión de las rocas a lo largo de los años. Su peculiar disposición, similar a la huella de un perro, le da nombre a este mágico rincón que atrae a viajeros y amantes de la naturaleza.
Cada una de las pozas presenta distintas profundidades: algunas apenas cubren los tobillos, mientras que otras alcanzan hasta los cuatro metros, lo que las hace ideales tanto para nadar como para admirar el entorno sin perder de vista la seguridad. Todas se conectan entre sí mediante corrientes naturales, creando un paisaje único de belleza y serenidad.
El sitio se ha convertido en un destino ecoturístico popular por su ambiente tranquilo y su riqueza natural. Visitantes locales y extranjeros llegan a la zona para practicar senderismo, nadar en sus aguas frías o explorar parajes cercanos como La Garganta del Diablo y el Cañón Sagrado, dos joyas naturales que completan la experiencia.
El acceso a La Poza Pata de Perro requiere un recorrido por un sendero empinado, rodeado de vegetación exuberante y cascadas menores. También es posible llegar en vehículos tipo 4x4, aunque muchos visitantes prefieren caminar para disfrutar del paisaje y el contacto directo con la naturaleza.
Autoridades locales y guías comunitarios recomiendan contratar un guía local, tanto por seguridad como para conocer la historia, las leyendas y la biodiversidad del lugar. Además, esta práctica contribuye al desarrollo económico de las familias de Cuetzalan dedicadas al turismo rural.
Por su valor ecológico y su creciente afluencia de visitantes, la comunidad ha impulsado acciones de turismo responsable, promoviendo el cuidado del entorno, evitando el uso de plásticos y fomentando la recolección de residuos para preservar la pureza de las aguas.
La Poza Pata de Perro se consolida así como uno de los destinos naturales más emblemáticos de Puebla, donde la belleza del paisaje, la tradición indígena y el respeto por la naturaleza se combinan en una experiencia única para quienes buscan descanso y aventura.