Por: AGENCIA / SHD
MDNA, de Madonna; The Rising, de Bruce Springsteen; Memoirs of an Imperfect Angel, de Mariah Carey, según la Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos (RIAA), ninguno de estos álbumes —cada uno el duodécimo de estudio de su respectivo artista— ha vendido 4 millones de copias en Estados Unidos en la década o más desde su lanzamiento.
Sin embargo, eso es lo que Taylor Swift logró en una sola semana con The Life of a Showgirl, del cual Billboard informó que vendió 4.002 millones de copias en los siete días entre el 3 y el 9 de octubre.
Esa cifra, que combina ventas y reproducciones, representa la mejor semana de estreno para un álbum en la historia moderna, rompiendo el récord establecido por Adele hace 10 años, cuando su 25 vendió 3.482 millones de unidades en su primera semana.
Lo más destacable es dónde se sitúa el éxito de Showgirl... en la trayectoria de Swift. Aun así, Swift ha sido una estrella durante casi dos décadas, un momento en el que muchos músicos pop han centrado su trabajo en giras mientras siguen grabando discos, generalmente ignorados por todos, excepto por sus fans más fieles. En 2024, según Pollstar, las últimas giras de Madonna y Springsteen —cada una con un catálogo repleto de éxitos— se encontraban entre las 10 giras más taquilleras del año.
Y, de hecho, Swift ha sido ampliamente recompensada en gira: en el número 1 de la lista de Pollstar se encuentra su gira Eras, que vendió más de 2 mil millones de dólares en entradas en 149 fechas en los cinco continentes.