domingo 07 de diciembre de 2025 - Edición Nº417

Mundo | 30 oct 2025

ARTE Y CULTURA

K’inich Ahkal Mo’ Nahb III, el legado real de Palenque

Nieto de Pakal el Grande, el rey K’inich Ahkal Mo’ Nahb III consolidó el esplendor de Palenque entre el 721 y el 736 d.C., impulsando la arquitectura, el arte y la tradición escrita de la civilización maya


Por: AGENCIA / SHD

K’inich Ahkal Mo’ Nahb III fue uno de los gobernantes más destacados de la ciudad-estado maya de Palenque, ubicada en el actual estado de Chiapas, México. Su reinado, que se extendió aproximadamente del año 721 al 736 d.C., marcó una etapa de continuidad y esplendor dentro del periodo Clásico Tardío de la civilización maya.

Descendiente de una de las dinastías más influyentes del mundo maya, K’inich Ahkal Mo’ Nahb III fue nieto de K’inich Janaab Pakal I, mejor conocido como Pakal el Grande, célebre por su liderazgo político, sus impresionantes construcciones y su influencia cultural. Bajo su linaje, Palenque alcanzó un alto desarrollo artístico, arquitectónico y religioso, legado que su nieto continuó con firmeza.

Durante su gobierno, K’inich Ahkal Mo’ Nahb III impulsó la edificación de nuevos templos y monumentos, reforzando el papel de Palenque como uno de los principales centros ceremoniales del mundo maya. Las inscripciones halladas en estelas y relieves mencionan su nombre y sus logros, evidenciando un reinado dedicado al fortalecimiento de la identidad cultural y espiritual de su pueblo.

Uno de los sitios más representativos de su gobierno es el Templo XIX de Palenque, donde se conservan relieves que muestran al monarca en ceremonias rituales. En una de estas escenas, se le observa acompañado por asistentes que lo ayudan a portar las insignias reales, símbolo de poder y divinidad. Estas imágenes no solo reflejan la jerarquía de la corte palencana, sino también la meticulosa organización del poder político y ceremonial en la antigua ciudad.

Entre los asistentes representados destaca Yok Kuk, identificado como “El Portador Textil”, quien probablemente era un funcionario de alto rango en la corte. Su papel consistía en custodiar y preparar las vestimentas e insignias del rey, una tarea de gran relevancia en las ceremonias oficiales que reforzaban la autoridad del gobernante.

El reinado de K’inich Ahkal Mo’ Nahb III consolidó la herencia de sus antepasados y contribuyó a mantener la grandeza de Palenque como un faro cultural del mundo maya. Su legado, preservado en piedra y símbolo de una realeza sagrada, continúa asombrando a arqueólogos e historiadores que encuentran en él un vínculo directo con las raíces de la civilización mesoamericana.

Hoy, las esculturas, templos e inscripciones que llevan su nombre son testimonio del esplendor de Palenque y del poder visionario de sus gobernantes. A través de ellos, K’inich Ahkal Mo’ Nahb III sigue recordando al mundo la magnificencia y profundidad espiritual de la antigua cultura maya.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias