Por: Sergio Sosa

Dos naciones han formado un vínculo genuino en la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA y se están apoyando mutuamente conforme avanza Qatar 2025, con la posibilidad incluso de encontrarse en la final.

Una amistad inesperada entre Japón y México ha surgido en la Copa Mundial Sub-17

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• Los jóvenes jugadores han mostrado gran respeto y admiración mutua

• Ambos equipos avanzaron a los octavos de final en Qatar 2025

Una distancia de aproximadamente 7,000 millas separa a México de Japón. Sin embargo, al observar la escena en el lobby de un hotel en Doha, cualquiera pensaría que son países vecinos. Con cada nueva ronda de la Copa Mundial Sub-17 de la FIFA Catar 2025™, las dos selecciones se animan mutuamente, celebran sus triunfos juntas y demuestran cómo el futbol puede unir al mundo.

La historia comenzó cuando los jugadores coincidieron en un restaurante. Sentados en mesas contiguas, los equipos empezaron a conectar gracias a la amistad entre el portero japonés Shuji Muramatsu y el defensor mexicano Félix Contreras.

“Jugamos juntos en Estados Unidos un tiempo, y ahí construimos una conexión”, explicó el capitán japonés, quien, al igual que Contreras, tiene doble nacionalidad. El central mexicano también habló sobre esta amistad que ha crecido durante el torneo.

“Hemos sido amigos por algunos años, y siempre procuramos felicitarnos. Cuando a él lo convocaron a Japón y yo entré a la lista de México, nos hicimos aún más cercanos. Aquí la gente convive más y disfruta el deporte juntos”.

Muramatsu recuerda que una de esas conversaciones fue el detonante que unió a los dos grupos.

“Todo empezó cuando hablábamos en la mesa. Estábamos del mismo lado del comedor, así que quedamos frente a frente. Un día entrábamos a comer y la selección mexicana salía rumbo a su siguiente partido. Como la mitad de nuestro equipo se unió al personal del hotel para aplaudirles mientras salían”.

Fue un gesto espontáneo, natural, pero uno que la selección mexicana no olvidó. De hecho, se aseguraron de devolver la cortesía. En el siguiente partido de Japón, todos los jugadores de El Tri formaron un pasillo de honor para sus contrapartes japonesas. Y tras las victorias de México sobre Costa de Marfil y de Japón sobre Portugal, los nuevos amigos celebraron juntos al regresar al hotel.