Por: AGENCIA / SHD
La vitamina D es mucho más que el nutriente que asegura la fortaleza de tus huesos; está emergiendo como un aliado en la prevención del cáncer colorrectal (CCR).
Mantener niveles óptimos de vitamina D y una ingesta adecuada es importante no solo para evitar el inicio del cáncer colorrectal, sino para mejorar el pronóstico de aquellos pacientes ya diagnosticados, según las conclusiones de una investigación publicada en Nutrients.
La vitamina D funciona como un precursor de una hormona esteroide que regula directamente tu sistema inmune.
El cáncer colorrectal está estrechamente ligado a las respuestas inflamatorias, y es aquí donde la vitamina D despliega su potencial anticancerígeno.
Estos son los mecanismos de defensa que identificó el estudio:
• Defensa inmunológica: La vitamina D mejora la función de órganos inmunes como el bazo y los ganglios linfáticos, a la vez que potencia la actividad de las células T, esenciales para la defensa contra los tumores.
• Acción antiinflamatoria: Ayuda a mitigar las respuestas inflamatorias crónicas que están relacionadas con el desarrollo del cáncer, reduciendo el ambiente que acelera el crecimiento de tumores.
• Supresión tumoral: Activa mecanismos que suprimen la supervivencia y el crecimiento de las células cancerosas.
• Promueve la diferenciación y la apoptosis, es decir, la muerte de las células cancerosas.
La ingesta dietética de vitamina D es fundamental. De hecho, una ingesta alta a través de la alimentación se asoció con una reducción del 25% en el riesgo de cáncer colorrectal en comparación con quienes tenían la ingesta más baja.
Para asegurar niveles protectores, se recomienda incorporar alimentos ricos en este nutriente como parte de una dieta saludable y densa en nutrientes.
Para proteger tu colon, busca integrar en tu dieta:
• Pescado graso: Alimentos como el salmón, la caballa y el atún son fuentes naturales de vitamina d3.
• Aceite de hígado de bacalao.
• Yemas de huevo: Contienen vitamina D de forma natural.
• Productos lácteos fortificados.
La vitamina D, ya sea obtenida de fuentes dietéticas, de suplementos o de la síntesis solar, desempeña un papel fundamental en la defensa de tu cuerpo contra el cáncer colorrectal.
Las pruebas sugieren que aumentar tus niveles de vitamina D mejora los resultados del cáncer colorrectal y puede reducir la mortalidad.