Por: AGENCIA / SHD
La Dulcería de Celaya es uno de los comercios más emblemáticos del Centro Histórico de la Ciudad de México y está reconocida como una de las dulcerías más antiguas que continúan funcionando en la capital.
Desde el siglo XIX ha sido un punto de referencia para quienes buscan dulces típicos mexicanos preparados de forma artesanal y con recetas tradicionales que han pasado de generación en generación.
Los primeros registros de la Dulcería de Celaya datan de 1874, cuando la familia Guízar abrió su primera tienda en la antigua calle de Plateros (actual Francisco I. Madero), una de las zonas comerciales más activas de la ciudad.
Desde su inicio destacó por la calidad y variedad de sus dulces, lo que la posicionó rápidamente entre los negocios favoritos de la época. Con el paso del tiempo y los cambios en la ciudad, la dulcería se trasladó a la Avenida Cinco de Mayo, donde se instaló en el número 39, lugar que continúa.
Este local conserva detalles decorativos muy característicos del periodo en el que fue renovado. Durante el siglo XX, la dulcería pasó de adquirir dulces de distintos productores a elaborar la mayoría de sus productos, primero en pequeños talleres y luego en espacios más amplios, siempre procurando conservar la forma tradicional de preparación.
La Dulcería de Celaya ha operado sin pausas desde su fundación, superando cambios importantes en la ciudad, crisis económicas y transformaciones en el estilo de vida. Su permanencia se ha logrado gracias a la mezcla entre tradición, calidad y pequeñas adaptaciones necesarias para mantenerse vigente