Por: AGENCIA / SHD
El viaje que hace 200 años marcó el nacimiento del ferrocarril moderno, un hito que transformó para siempre la movilidad, la economía y la forma de entender el mundo.
El 27 de septiembre de 1825, la locomotora "Locomotion No. 1", diseñada por el ingeniero británico George Stephenson, arrastró por primera vez un convoy público de mercancías y pasajeros sobre raíles de hierro fundido. Aquel trayecto inaugural, de poco más de 40 kilómetros, dio inicio a una revolución tecnológica que todavía deja huella.
Hasta entonces, los ferrocarriles eran de gestión privada y solo se utilizaban a pequeña escala en minas de carbón o canteras, pero la ruta de Stockton-Darlington (S&DR) fue más allá.
El éxito del ferrocarril fue instantáneo e impulsó un gran corredor de industrialización en el noreste de Inglaterra hacia el cercano puerto de Middlesbrough, redujo el precio del carbón, desencadenó la construcción de fábricas y, con ello, la segunda fase de la Revolución Industrial.
Además, los ingenieros de la línea compartieron sus conocimientos con gente de otras partes de Gran Bretaña y diversos países, lo que ayudó a acelerar la implantación de redes de ferrocarril a nivel global. Una historia escrita por pioneros.
A 200 años de su creación, un 40 % de la línea original sigue en uso, pero Hardie, arqueóloga y asesora patrimonial de profesión, cuenta que la Asociación de Amigos del Ferrocarril S&DR ha trabajado durante años para revitalizarla y limpiarla para este bicentenario, pues había partes abandonadas y plagadas de basura, sofás viejos o jeringuillas usadas.
La Asociación ha logrado asimismo comprar a través de un "crowdfunding" el edificio de la estación de tren de Heighinton, considerada la primera del mundo, que estaba prácticamente en ruinas, para poder restaurarla."Necesitamos seguir cuidando la línea para que cuando la gente venga a visitar el ferrocarril de Stockton-Darlington esté en buenas condiciones", agrega Hardie.