Por: AGENCIA / SHD
Cuando se trata de adolescentes y sexo, actualmente les enseñamos a los jóvenes que un requisito previo para que la actividad sexual sea adecuada, y para que se evite el abuso, es el consentimiento. El consentimiento tiene que ser explícito y se debe dar varias veces a medida que el encuentro sexual se vuelve más íntimo.
Aunque el concepto de consentimiento pueda parecer simple, a muchos adolescentes les resulta incómodo, y les cuesta pedir y dar (o negar) su consentimiento.
Una manera de ayudarles a mejorar sus habilidades para establecer y respetar los límites es hacerles practicar estas habilidades desde pequeños. Y que además los padres aborden el tema de manera directa cuando sean adolescentes.
El estereotipo de sexo no consensual retrata a una mujer que repetidamente dice “no” a un hombre que ignora lo que ella está diciendo y que, posiblemente, actúa de manera violenta. Pero en realidad, no siempre es así.
“Cuando una o ambas personas sienten algún tipo de presión, pueden terminar haciendo algo de lo que se arrepienten”. Los padres siempre deberían hablar con sus hijos del peligroso papel que desempeña la presión (sentirla o aplicarla) en lo que respecta al consentimiento sexual.
Ayudar a los niños a identificar lo que no es consentimiento es igual de importante que ayudarles a entender que sí lo es. Ejemplos de lo que no equivale a consentimiento
Finalmente, los jóvenes deberían hacerse estas mismas preguntas a sí mismos en cualquier encuentro sexual o romántico. Los padres deberían animar a sus hijos a hacer este autoanálisis. “Lo que queremos es que ellos se pregunten ‘¿quiero hacer esto?, ¿siento que estoy a salvo y con una persona que me respeta?, ¿me están presionando, ya sea la otra persona o mis amistades, para que haga algo para lo que siento que no tengo la preparación todavía?’”.
Es importante que niños y niñas aprendan sobre consentimiento, pero en el caso de los varones la lección suele ser más complicada, y más importante. Desde pequeños, niños y niñas reciben mensajes muy diferentes, y a veces contradictorios, acerca de sexo y de lo que es (y no es) un comportamiento sexual aceptable.
Las conversaciones acerca del consentimiento sexual son vitales, pero pueden no ser tan sencillas para todos los padres. Si te causa incomodidad, o si no sabes qué decir, intenta buscar apoyo. Llama a un amigo o familiar que tenga experiencia en lidiar con estos asuntos, o pregúntale al consejero académico si te puede dar consejos acerca de cómo empezar la conversación.