Por: AGENCIA / SHD
Cada año, las fiestas son el momento ideal para recopilar información familiar. Mientras las familias se reúnen para contar historias y compartir recuerdos, seguro que alguien será el historiador familiar. Es muy posible que un abuelo, padre, madre, tío o tía ya haya creado un árbol genealógico y lo comparta con otros familiares.
Reúne fotos y etiquétalas antes de que los recuerdos se desvanezcan. Los nombres, lugares y fechas se vuelven borrosos después de una o dos décadas. Esfuérzate por involucrar a cada generación. Comparte las dificultades y los logros. Documenta las historias de una generación a otra. Cada generación se compone de los esfuerzos, viajes, fracasos y éxitos de la generación anterior. Nos ayudan a ser quienes somos hoy, pero...
A menudo es interesante aprender sobre la vida de nuestros antepasados: de dónde vinieron, sus luchas, sus logros. Es la combinación de todos los miembros del árbol genealógico lo que contribuye a la persona que somos hoy.
Investigue las raíces de su familia. Comparta historias familiares con sus hijos. Organice esas fotos. Algunas maneras de animar a los miembros de la familia a compartir su historia familiar es haciendo preguntas. Venga preparado con la información que le gustaría aprender. Al mismo tiempo, esté dispuesto a escuchar. Nunca se sabe qué historias podrían merecer ser escuchadas.
Si tu familiar tiene fotos adicionales, pídele permiso para hacer copias. Ya sea que tomes una foto con tu teléfono o lleves un escáner portátil, esas fotos pueden ayudarte a identificar a las personas de tu colección. También, relaciónalas con las historias que cuenta tu familiar.