Por: AGENCIA / SHD

Pocas personas imaginan que una simple caries pueda convertirse en un problema de salud mayor. Sin embargo, especialistas advierten que una infección dental mal cuidada puede escalar rápidamente y provocar complicaciones severas que pongan en riesgo la vida del paciente.

Durante las fiestas decembrinas, el consumo excesivo de alimentos dulces, salados y ácidos, así como bebidas frías y calientes, suele incrementarse, al tiempo que se relaja el aseo bucal. Este descuido favorece la aparición y avance de caries que, si no se tratan a tiempo, pueden derivar en infecciones profundas.

La sensibilidad al frío, al calor o a lo dulce es una señal de alerta. De acuerdo con odontólogos, estos síntomas indican que la caries está muy cerca del nervio. Una vez que la bacteria lo alcanza, pueden formarse abscesos que se extienden a los ganglios y, en casos extremos, desencadenar endocarditis bacteriana o infecciones generalizadas con desenlaces fatales.

Por ello, se recomienda realizar al menos una evaluación dental anual, aun cuando no existan molestias aparentes. Muchas caries no generan dolor en sus primeras etapas, lo que provoca que los pacientes acudan al dentista cuando el daño ya es avanzado y el tratamiento resulta más complejo.

Especialistas también advierten que el cepillado agresivo puede ser perjudicial, ya que provoca recesión de las encías y desgaste del esmalte dental. A esto se suma el bruxismo, hábito común durante el sueño, que ocasiona un desgaste excesivo de los dientes y aumenta la sensibilidad.

El miedo y la falta de información siguen siendo las principales razones por las que la población evita acudir al dentista. Generalmente, las personas buscan atención cuando el dolor ya es intenso, lo que implica llegar al nervio, una zona altamente sensible, cuando el problema pudo haberse resuelto de manera más sencilla en etapas tempranas.

Actualmente, los avances médicos permiten tratamientos menos invasivos, como barnices y geles que eliminan la caries sin necesidad de taladro, así como estudios con tomografía de alta tecnología. A pesar de ello, las caries siguen siendo la cuarta enfermedad más crónica del mundo, afectando a cerca de tres mil millones de personas, lo que refuerza la importancia de la prevención y la atención oportuna.