

Por: Agencia / YST
De acuerdo con el sitio web de catholic.net, el Miércoles de Ceniza no solo inaugura un tiempo de penitencia, sino que también invita a los creyentes a reflexionar sobre su vida espiritual y a prepararse para la celebración de la Pascua, que en 2025 tendrá lugar el 20 de abril. Este periodo comienza con el Domingo de Ramos, el 13 de abril, y se extiende hasta el Domingo de Pascua, marcando los días más sagrados del calendario católico.
El objetivo
Es prepararse espiritualmente para la Semana Santa y la resurrección de Jesús. El objetivo es prepararse espiritualmente para la Semana Santa y la resurrección de Jesús.
¿Que representa?
Según el artículo 125 del Directorio sobre la piedad popular y la liturgia, este símbolo representa la fragilidad y mortalidad humana, así como la necesidad de conversión y misericordia divina.
¿De dónde proviene la ceniza?
La ceniza utilizada proviene de la quema de las palmas bendecidas en el Domingo de Ramos del año anterior, estableciendo un vínculo directo entre ambos momentos litúrgicos.
¿Cuál es el significado?
Es la imposición de cenizas en la frente de los fieles, un acto que simboliza la mortalidad y el arrepentimiento. Las cenizas utilizadas en esta ceremonia provienen de la quema de los ramos bendecidos durante el Domingo de Ramos del año anterior. Este gesto, que tiene raíces en los antiguos ritos penitenciales, busca recordar a los creyentes su fragilidad y la necesidad de redención a través de la misericordia divina.
Este acto no es meramente externo, sino que representa una actitud interior de penitencia y conversión. Durante la ceremonia, el sacerdote utiliza una de dos fórmulas tradicionales al imponer las cenizas: “Conviértete y cree en el Evangelio” o “Recuerda que eres polvo y al polvo volverás”.
No, no es obligatorio. Aunque curiosamente sin «ser obligatorio» y siendo día laborable, suele aumentar considerablemente la asistencia a la misa ese día.
Tampoco es «obligatorio» confesarse. Pero, si es una excelente oportunidad de celebrarlo.
El Papa Francisco recordó el significado de este Miércoles de Ceniza: “La Cuaresma es un tiempo para creer, es decir, para recibir a Dios en nuestra vida y permitirle “poner su morada” en nosotros (cf. Jn 14,23). Ayunar significa liberar nuestra existencia de todo lo que estorba, incluso de la saturación de informaciones —verdaderas o falsas— y productos de consumo, para abrir las puertas de nuestro corazón a Aquel que viene a nosotros pobre de todo, pero «lleno de gracia y de verdad» (Jn 1,14): el Hijo de Dios Salvador”.
¿Estás preparado para tomarla?