Por: AGENCIA / SHD

Hace casi 2500 años, Milón de Crotona, un legendario luchador griego, fue considerado el hombre más fuerte del mundo conocido. Originario de Crotona, en la Magna Grecia (actual sur de Italia), Milón era reconocido por su increíble fuerza y ​​capacidad atlética, lo que lo convirtió en una figura dominante en los deportes antiguos. Sus logros sentaron las bases para la comprensión del desarrollo muscular y el fitness, y sus métodos aún son venerados.

El éxito de Milo en la lucha libre fue incomparable. Se convirtió en seis veces campeón olímpico, ganando la prestigiosa prueba en los Juegos Olímpicos de la Antigua Grecia. Su primera victoria llegó en el año 540 a. C., cuando triunfó en la categoría de lucha masculina, y posteriormente ganó la competencia de lucha masculina durante los siguientes cinco Juegos Olímpicos consecutivos, consolidando su legado como uno de los mejores atletas de la antigüedad.

Además de sus hazañas atléticas, los principios de entrenamiento de Milo han perdurado a lo largo de los siglos. Su enfoque se centraba en comenzar con pesas ligeras, entrenar de forma constante y aumentar gradualmente la intensidad de los entrenamientos; principios clave que siguen siendo fundamentales para el entrenamiento de fuerza moderno. Los notables logros de Milo y su perdurable influencia en el ámbito del deporte y el entrenamiento físico lo convierten en una figura histórica atemporal.