

Por: AGENCIA / SHD
Nebamun fue un escriba y contador de granos que vivió durante la XVIII dinastía (hacia el 1350 a.C.) en el período del Imperio Nuevo. Aunque no fue un faraón ni un líder militar, su tumba decorada con frescos excepcionales en la necrópolis de Tebas lo ha inmortalizado como un ícono del arte egipcio.
La tumba de Nebamun, descubierta en el siglo XIX, es famosa por sus escenas pintadas, que ofrecen una visión única de la vida cotidiana en el Antiguo Egipto. Estas obras no solo destacan por su belleza, sino también por su habilidad para capturar la vida con un dinamismo poco común en el arte egipcio. En una de las pinturas más famosas, Nebamun aparece cazando aves en un pantano, acompañado por su familia. La escena está llena de movimiento y detalle, desde los pájaros en vuelo hasta los lotos que adornan el agua.
Otro fresco icónico muestra un banquete con músicos y bailarinas. Estas imágenes revelan no solo la riqueza y el estatus de Nebamun, sino también la sofisticación del arte egipcio, con su énfasis en la simetría, el simbolismo y los colores vibrantes.
Aunque la ubicación exacta de la tumba se ha perdido, los fragmentos de sus frescos, conservados en el Museo Británico, siguen siendo un testimonio del genio artístico del Antiguo Egipto y de la habilidad de Nebamun para perpetuar su nombre en la eternidad.