Por: AGENCIA / SHD
En Chiapas, la violencia política en razón de género sigue siendo una realidad preocupante, ocupando el tercer lugar a nivel nacional, con 150 casos denunciados desde 2020, reveló la presidenta del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), María Magdalena Vila Domínguez. La funcionaria destacó que esta cifra solo refleja los casos reportados, y que probablemente existen muchos más que no se denuncian.
Vila Domínguez indicó que ha atendido a regidoras, presidentas y síndicas municipales víctimas de violencia, especialmente aquellas que pertenecen a partidos distintos al de la planilla ganadora, a quienes se les impide ejercer funciones, se les bloquea el acceso a documentos o se les obliga a firmar cuentas públicas que no conocen. Además, señaló que las sanciones impuestas por el IEPC, aunque llegan a 400 mil pesos, frecuentemente no se sostienen en el Tribunal Electoral del Estado de Chiapas (TEECH), dejando a muchas mujeres sin justicia.
La investigadora Rubí Aracely Burguete Cal y Mayor explicó que la violencia política de género en Chiapas es estructural, vinculada con prácticas comunitarias, normas familiares y sistemas de parentesco patriarcales, particularmente en la región Altos, donde la participación política de las mujeres indígenas ha sido históricamente limitada. Las principales víctimas son presidentas municipales, seguidas por síndicas y regidoras, muchas veces sin acceso a sus funciones ni a su salario.
A pesar de estas barreras, Vila Domínguez enfatizó la necesidad de mayor apertura del TEECH y de sanciones efectivas contra servidores públicos, pues la mayoría de las denuncias se concentra en presidentes y presidentas municipales que impiden el desempeño de las mujeres. Hasta ahora, ninguna sanción legislativa ha sido aplicada, evidenciando la brecha entre la ley y la realidad social.
Las mujeres afectadas señalan que la violencia política se integra a las prácticas cotidianas y a los sistemas comunitarios, dificultando su participación plena y segura. Sin embargo, emergen resistencias femeninas, con mujeres que denuncian, disputan el poder y desafían las estructuras patriarcales, promoviendo cambios que poco a poco abren espacios de igualdad y justicia en la política local y regional de Chiapas.